El sueño
Una vez en el lugar más hermoso del universo vivía un niño llamado Sueño, el cual anhelaba crecer y conocer otros mundos.
Sueño se la pasaba por allá en lo alto, por las nubes jugando y jugando todo el día.
Una vez Sueño se dio cuenta que él no crecía como crecían sus amigos, además empezó a sentirse muy débil y poco a poco perdió sus ganas de jugar.
Un gran día, llegó un mensajero que llevaba consigo un maletín muy especial que contenía alimentos para así fortalecer y hacer crecer a Sueño.
Desde el mismo instante en que aquel mensajero llegó, Sueño empezó a sentirse mejor y mejor, ya que cada día aquel mensajero lo alimentaba con aquellos manjares. Muchos caldos de constancia con fuerza, platos muy nutritivos de voluntad y trabajo, postres hechos a base de paciencia, fantásticos jugos hechos con decisión y lo más importante: tratándolo con mucha confianza.
Sueño creció y creció, y llegó a dejar de ser Sueño para convertirse en Meta y, claro que siguió jugando pero ya no por las nubes, sino aquí en la tierra, conoció otros mundos, mundos como la felicidad y la satisfacción, y un día no muy lejano, Meta dejó de ser Meta y se transformó en REALIDAD...
Anónimo
EL SUEÑO
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Marina
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Tyrell
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- Ubicación: bosques y costas gallegas
El mujik(*) labraba su pequeña finca heredada en una tarde de otoño.
Con pesadumbre se quejaba:- ¡Maldita y estéril tierra, no vale el sudor de mi frente trabajarla!.
De pronto oyó una voz detrás suya:- ¿Quieres más tierra?
Giró su cabeza y vio a un hombrecillo enjuto y vestido de negro, de aspecto inquietante.
¿Quién eres tú para ofrecerme más tierra? - dijo el mujik, y volvió a usar el azadón.
- El hombrecillo le dijo: Puedo darte tanta tierra como quieras.
- ¿Es una apuesta? - Le preguntó.
- No, sólo yo hago la apuesta.
- ¿Qué debo hacer?
- Correr, y tanto como puedas, allí hasta donde tu carrera llegue, serán tus tierras.
- el mujik vio la colina, y se dijo:- correré hasta allí.
Al llegar a la colina observó un frondoso valle, por el que discurría un arroyo y pensó: - Hasta allí, necesito agua.
Pero al llegar al arroyo se percató que al otro lado había un hermoso prado con vacas pastando.
- ¿Qué mal hago a nadie? ese prado también.
El mujik corrió y corrió, mal comía y mal descansaba, no tenía más tiempo que para correr.
Un día en que se sentó cansado en una peña, le pareció conocer aquel lugar, de repente le invadió la tristeza, la añoranza de la niñez, vió sus tierras, desde las que partió.
El hombrecillo reapareció de entre los arbustos:
- Vaya, no has perdido el tiempo, por lo que veo, yo tampoco, mira lo que he hecho!
El mujik vió un hoyo.
- ¿Y esto qué significa?
- Se te acabó el tiempo, esta es toda la tierra que necesitas - Y empujándolo, el mujik cayó en la fosa. El hombrecillo se transformó en un demonio y con su enorme ala arrojó toneladas de tierra sobre él.
El mujik y el Diablo (León Tolstoi), (versión reducida, claro jeje)
(*) campesino ruso.
PD: preciosa tu historia Jade.
Con pesadumbre se quejaba:- ¡Maldita y estéril tierra, no vale el sudor de mi frente trabajarla!.
De pronto oyó una voz detrás suya:- ¿Quieres más tierra?
Giró su cabeza y vio a un hombrecillo enjuto y vestido de negro, de aspecto inquietante.
¿Quién eres tú para ofrecerme más tierra? - dijo el mujik, y volvió a usar el azadón.
- El hombrecillo le dijo: Puedo darte tanta tierra como quieras.
- ¿Es una apuesta? - Le preguntó.
- No, sólo yo hago la apuesta.
- ¿Qué debo hacer?
- Correr, y tanto como puedas, allí hasta donde tu carrera llegue, serán tus tierras.
- el mujik vio la colina, y se dijo:- correré hasta allí.
Al llegar a la colina observó un frondoso valle, por el que discurría un arroyo y pensó: - Hasta allí, necesito agua.
Pero al llegar al arroyo se percató que al otro lado había un hermoso prado con vacas pastando.
- ¿Qué mal hago a nadie? ese prado también.
El mujik corrió y corrió, mal comía y mal descansaba, no tenía más tiempo que para correr.
Un día en que se sentó cansado en una peña, le pareció conocer aquel lugar, de repente le invadió la tristeza, la añoranza de la niñez, vió sus tierras, desde las que partió.
El hombrecillo reapareció de entre los arbustos:
- Vaya, no has perdido el tiempo, por lo que veo, yo tampoco, mira lo que he hecho!
El mujik vió un hoyo.
- ¿Y esto qué significa?
- Se te acabó el tiempo, esta es toda la tierra que necesitas - Y empujándolo, el mujik cayó en la fosa. El hombrecillo se transformó en un demonio y con su enorme ala arrojó toneladas de tierra sobre él.
El mujik y el Diablo (León Tolstoi), (versión reducida, claro jeje)
(*) campesino ruso.
PD: preciosa tu historia Jade.
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Ally
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me han encantado los dos cuentos, 
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Tyrell
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- Ubicación: bosques y costas gallegas
joé, ya iba a desistir, no encontraba el asunto este.
Pues cuenta Plinio, el historiador, en "Crónicas de Gallaecia", que cuando las huestes romanas llegaron a tales tierras se encontraron con una feroz y suicida resistencia por parte de los bárbaros celtas. Además, la tropa era víctima de extraños miedos y supersticiones. Corrían historias de brujas, druidas, espíritus y demás seres de ultratumba que campaban por sus respetos en los bosques encantados. Las legiones llegaron a orillas del rio Xinzo (en Ourense) y se detuvieron en seco. El rumor se había hecho obsesión: "Todo aquél que cruzara el río perdería la memoria en el acto, se quedaría varado en el medio del mismo, sin saber quién es, qué hace y hacia donde caminar".
Así pasaron casi dos días, hasta que un centurión, llamado Limia, apretando los dientes montó en su brioso corcel y cogiendo el estandarte imperial de Roma se lanzó al galope a cruzar el río.
Al llegar a la otra orilla, giró grupas y a voz en grito llamó a todos sus lugartenientes por el nombre.
Estos, dieron la orden a la tropa de levantar el capamento, de cruzar el río y de seguir adelante.
PD: La villa de "Xinzo de Limia" es un hermoso pueblo del interior de Galicia, a orillas del río Xinzo, la verdad, y ahora que lo pienso, yo me bañé en él, ¿cuantas veces? no sé, no recuerdo, con quien? leñes no recuerdo nada.
Pues cuenta Plinio, el historiador, en "Crónicas de Gallaecia", que cuando las huestes romanas llegaron a tales tierras se encontraron con una feroz y suicida resistencia por parte de los bárbaros celtas. Además, la tropa era víctima de extraños miedos y supersticiones. Corrían historias de brujas, druidas, espíritus y demás seres de ultratumba que campaban por sus respetos en los bosques encantados. Las legiones llegaron a orillas del rio Xinzo (en Ourense) y se detuvieron en seco. El rumor se había hecho obsesión: "Todo aquél que cruzara el río perdería la memoria en el acto, se quedaría varado en el medio del mismo, sin saber quién es, qué hace y hacia donde caminar".
Así pasaron casi dos días, hasta que un centurión, llamado Limia, apretando los dientes montó en su brioso corcel y cogiendo el estandarte imperial de Roma se lanzó al galope a cruzar el río.
Al llegar a la otra orilla, giró grupas y a voz en grito llamó a todos sus lugartenientes por el nombre.
Estos, dieron la orden a la tropa de levantar el capamento, de cruzar el río y de seguir adelante.
PD: La villa de "Xinzo de Limia" es un hermoso pueblo del interior de Galicia, a orillas del río Xinzo, la verdad, y ahora que lo pienso, yo me bañé en él, ¿cuantas veces? no sé, no recuerdo, con quien? leñes no recuerdo nada.
ILEGIBLE
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promise
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yanotoy-22
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