Me encanta el orden, las cosas bien hechas, tener tiempo y tranquilidad para poder realizarla y por supuesto, tener tiempo para todo.
Pero esta semana... la llevo fatal. Tengo la Comunión de mi hijo, tengo todo preparado.. y me da la sensación de que me falta algo.
Siento que doy más de lo que puedo dar. voy acelerada a todas partes, los nervios los tengo de puntas, voy dando voces a diestro y siniestro, sin que nadie tenga la culpa. Estoy agotada, psíquica y físicamente y aún me queda un día!!
Para colmo, mi queridísimo hijo mayor... hoy tiene la feliz idea de comprarse algo de ropa para la Comunión del hermano.. Llevo un mes detrás de él para ir a comprarle lo que necesita, y nunca tiene tiempo, siempre tiene algo que hacer, y si no es él, soy yo la ocupada!. A las 8 de la tarde me dice que tiene que ir al Corte Ingles.. para mira unas deportivas, un pantalón que ya había mirado y el regalo de su hermano.
Alguien tiene la formula mágica de como pasar la pubertad de un niño de 14 años..
De como colocar en una habitación de un niño de 10, una cadena de música, una guitarra eléctrica, la colección de DVD de La bola del Dragón, y todo eso sin quitar de las estanterías la colección de motos, de coches de rally, los libros de Barco de Vapor, los robot, muñecos varios, tanques, grúas, peluches.. etc.
Ainsss, estoy que muerdo... Mejor me voy a la cama, vuelta a la derecha, vuelta a la izquierda, y a ver si con suerte me caigo me doy con la mesilla de noche y cuando despierte dentro de un mes, todo se halla acabado....
