Así ando yo, Nari. A todo se hace una. Creo que la solución para no caer en el stress pre-infarto, consiste en no querer hacerlo todo. El día que no puedas entrar, pues para el que puedas. Tu tranquila, que aquí nadie se olvida de nadie. Y cuando sí puedas entrar, pues como si no hubieras faltado nunca.
Y , bueno, si quieras, dinos quién es el capullín que te impide entrar, y .... trataremos que parezca un accidente.
