EL BORRICO BLANCO.
Un día un burrito blanco, que no se encontraba a gusto con los animalillos de la cuadra, ya que ninguno de ellos le trataba bien, porque era un poco burrito, se le ocurrió meterse en el bosque por si encontraba alguno de su especie con el que poder jugar.
Se encontró con un hermoso pájaro en lo alto de un roble. Le preguntó el bueno del borrico...oye amigo..¿has visto alguno como yo en el bosque?¿puedo ser tu amigo?.
El pájaro, le miró incrédulo de lo que oía, así que le contestó...pequeño cuadrúpedo, quizá mas allá, en el centro del bosque pudiera haber alguno como tú. Pero para ser mi amigo, deberías poder volar, ir hacia las nubes, sentir la brisa en el rostro...lo siento.
No obstante, el borrico le preguntó...si un día pudiera volar...¿Cuál es tu nombre?..y ella, la hermosa lechuza, le contesto...soy la Damablanca...
El borrico ilusionado se metió mas adentro del bosque. De repente se encontró con un hermoso caballo negro. Imponente. Y le hizo la misma pregunta. El caballo, un poco altivo, le contestó..lo siento, para ser mi amigo, deberías tener una potente alzada, deberías poder hacer carreras conmigo por la pradera a las afueras del bosque, deberías poder hacer que te respetase. Pero mas adentro del bosque, quizá.
..
Si un día pudiera correr contigo, ¿Cuál es tu nombre le preguntó el humilde borrico?. Este, que era llegua, le contesó...soy Yomisma...la llegua negra.
El borrico pertinaz, como buen borrico se adentró un poquito mas en el bosque. Encontró un extraño ser, que brillaba como la propia luz. Con una cabellera rubia, el ser mas extraordinario y mas bello que hubiera podido ver nunca. Y le preguntó.
Ella, le dijo, yo soy el hada del bosque. Con gusto sería tu amigo, mi pequeño amigo, pero para ello deberías competir en hermosura en hermosura conmigo, deberías poder hacer magia como hago yo...yo puedo estar contigo alguna vez, mi pequeño, pero te aburririas conmigo...mas en el centro del bosque ví un animal similar a ti..buscalo.
Si un día soy tan hermoso y tengo algo de magia, ¿Cuál es tu nombre preguntó el borrico?..y ella contestó soy el hada...Helena.
Mas adelante encontró un gracioso ser, hermoso, brillante, con alas que no hacía mas que sonreir..y el borrico le preguntó..¿Puedo ser tu amigo?..y ella le contestó..¡¡claro que síiiiiii.¡¡¡..todos los animales del bosque son mis amigos. Mas tu no pareces del bosque pareces mas bien de una cuadra. No obstante si quieres puedes venir cuando quieras a jugar conmigo.
El borrico mas contentó le contestó..gracias, pero ¿cuál es tu nombre para cuando venga a buscarte?...y la ninfa, le contestó...mi nombre es...es Patricya
Mas dentro, en un claro pequeño, vio a un animal todavía mas hermoso. Era similar a un caballo, mas pequeño, con el cuerpo rallado. Tenía los ojos grandes y hermosos, y cuando vio al borrico, la cebrita le sonrió. El borrico, no se atrevió a preguntarle, sintió vergüenza de su estado, de su ignorancia, de su fealdad...y triste se adentró en el bosque.
Allí encontró un lago, precioso, donde dijo, haré mi vida, aun sin amigos. Pero el destino hizo que le surgiera una extraña enfermedad que le alteró su rostro. El borrico sentía una picazón en su cabeza que no hacía mas que molestarle una y otra vez. El pobre decía..encima de mi soledad...tengo esto..¡no me lo puedo creer¡.
Todos los días recordaba la sonrisa de la cebrita y sus ojos...y su corazón latía, ¿pero como el podía aspirar a tan bello ser?.
Pronto se le quitó la picazón, y cada tarde iba al lago, hasta que un día al otro lado, vio un hermoso animal, blanco, increíblemente hermoso. Cuando le sonreía, el extraño ser le devolvía la sonrisa. Pero no quería perder de cada atardecer la cita, así que no le diría nada.
El extraño animal debía ser tímido, porque a veces apenas lo había visto desaparecía, sin hacer ruido. Tenía un color blanco y puro, era increíblemente hermoso, y en su cabeza tenía un cuerno...el unicornio, le llamó el borrico, porque tenía ese cuerno simpático en la cabeza.
Un día, se volvió a acercar al lago, una vez mas, con la esperanza de ver a su “amigo”. Era ya mas de noche que de constumbre, no sabía si estaría. Había Luna llena. Miró a su amigo, que le devolvió la sonrisa como siempre. Pero algo extraño vio nuestro amigo...el tenía la Luna llena detrás y el unicornio también la tenia detrás. Giró la cabeza y allí estaba hermosa brillando..¿cómo podia estar también detrás del unicornio?.
Así que volvió a mirar intrigado. Se acercó al animal, como nunca antes lo había hecho. El otro animal hizo lo propio. Movió la pata derecha..y el otro animal..¡también la movía¡..entonces se dio cuenta..¡¡era el¡¡..el unicornio..¡¡¡era el mismo¡¡¡...empezó a llorar de ilusión. El mismo era ese bello ser¡¡..Ahora podía ir a ver a su amada la cebrita.
Al ir a verla, se encontró con la llegua negra, al que le retó a una carrera..increíble, pero aún el unicornio no estaba acostumbrado a sus piernas poderosas y la llegua,Yomisma le ganó. Le sonrió..y le dijo, ahora sí..ahora puedes ser mi amigo..y el unicornio le sonrió también.
Después se encontró con el hada. Esta se le acercó y le acarició. Enseguida se dio cuenta de quién era. Le dijo, ahora amigo mío puedes venir a verme todos los días..pues te enseñaré el secreto y la magia que esconde tu cuerno. El unicornio,..casi llorando la sonrió...sonrió a su nueva amiga Helena..
Mas tarde se encontró con el lechuza..la Damablanca....y de repente el unicornio dio un brinco y de sus costados salieron unas alas poderosas..y voló con la lechuza orgulloso, llegando hacia las nubes. Le guiñó un ojo..le sonrió..y le dijo..ahora si podemos ser amigos no?..la lechuza que se dio cuenta de quien era, sonrojó..y dijo que sí...sí amigo mío.
Luego se encontró con Patricya la ninfa...y le saludó el borrico, y esta sonrió..jajaja..ahora sí amigo ahora sí que eres un animalillo del bosque..y salieron estrellitas de sus alas..y sonrió..¿cuál es tu nombre le preguntó la ninfa?..y el borrico-unicornio un poco tímido le contestó...todos me llaman Keko..
Ahora iría altivo donde la cebrita, le diría que la quería, y no podrá negarse a su amor. Se adentró en el bosque, llegó al linde de la praderita donde estaba la cebrita...y entonces, sus piernas empezaron a flaquear, su cabeza altiva empezó a bajarse hacia el suelo..y de su boca no surgió ningún sonido.
Humillado y triste iba a salir del claro, cuando oyó a la cebrita, decirle..¿por qué has tardado tanto en volver a visitarme amigo mio?¿por qué me has tenido esperándote tanto tiempo?...se acercó al unicornio, y le miró a los ojos...El unicornio balbuceando le dijo, era demasiado feo para ti...no podia..no debía...
La cebrita, se acercó..y le dijo, vida mía, desde el primer momento que vi tus ojos, la belleza de tu corazón, me enamoré de ti...El unicornio le preguntó su nombre, y dijo ella, mi nombre es...Yael.
Yael dijo el unicornio..y el unicornio se fue feliz