Veraneaba una derivada enésima en un pequeño chalet situado en la recta del infinito del
plano de Gauss, cuando conoció a un arcotangente simpatiquísimo y de espléndida
representación gráfica, que además pertenecía a una de las mejores familias
trigonométricas.
En seguida notaron que tenían propiedades comunes.
Un día, en casa de una parábola que había ido a pasar allí una temporada con sus ramas
alejadas, se encontraron en un punto aislado de ambiente muy íntimo. Se dieron cuenta de
que convergían hacia límites cuya diferencia era tan pequeña como se quisiera. Había
nacido un romance. Acaramelados en un entorno de radio épsilon, se dijeron mil teoremas
de amor.
Cuando el verano paso, y las parábolas habían vuelto al origen, la derivada y el
arcotangente eran novios. Entonces empezaron los largos paseos por las asíntotas
siempre unidos por un punto común, los interminables desarrollos en serie bajo los
conoides llorones del lago, las innumerables sesiones de proyección ortogonal.
Hasta fueron al circo, donde vieron a una troupe de funciones logarítmicas dar saltos
infinitos en sus discontinuidades. En fin, lo que eternamente hacían los novios.
Durante un baile organizado por unas cartesianas, primas del arcotangente, la pareja pudo
tener el mismo radio de curvatura en varios puntos. Las series melódicas eran de ritmos
uniformemente crecientes y la pareja giraba entrelazada alrededor de un mismo
punto doble. Del amor había nacido la pasión. Enamorados locamente, sus gráficas coincidían en
más y más puntos.
Con el beneficio de las ventas de unas fincas que tenia en el campo complejo, el
arcotangente compro un recinto cerrado en el plano de Riemann. En la decoración se gasto
hasta el ultimo infinitésimo. Adorno las paredes con unas tablas de potencias de "e"
preciosas, puso varios cuartos de divisiones del termino independiente que costaron una
burrada.
Empapeló las habitaciones con las gráficas de las funciones mas conocidas, y puso varios
paraboloides de revolución chinos de los que surgían desarrollos tangenciales en flor. Y
Bernouilli le presto su lemniscata para adornar su salón durante los primeros días. Cuando
todo estuvo preparado, el arcotangente se traslado al punto impropio y contemplo
satisfecho su dominio de existencia.
Varios días después fue en busca de la derivada de orden n y cuando llevaban un rato
charlando de variables arbitrarias, le espeto, sin mas:
- Por que no vamos a tomar unos neperianos a mi apartamento? De paso lo conocerás, ha
quedado monísimo.
Ella, que le quedaba muy poco para anularse, tras una breve discusión del resultado,
aceptó.
El novio le enseño su dominio y quedo integrada. Los neperianos y una música armónica
simple, hicieron que entre sus puntos existiera una correspondencia unívoca. Unidos así,
miraron al espacio euclídeo. Los astroides rutilaban en la bóveda de Viviany... Eran felices!
- No sientes calor? - dijo ella
- Yo si. Y tu?
- Yo también.
- Ponte en forma canónica, estarás mas cómoda.
Entonces el le fue quitando constantes. Después de artificiosas operaciones la puso en paramétricas racionales...
- Que haces? Me da vergüenza... - dijo ella
- Te amo, yo estoy inverso por ti...! Déjame besarte la ordenada en el origen...! No seas
cruel...! ven...! Dividamos por un momento la nomenclatura ordinaria y tendamos juntos
hacia el infinito...
El la acaricio sus máximos y sus mínimos y ella se sintió descomponer en fracciones simples.
(Las siguientes operaciones quedan a la penetración del lector)
Al cabo de algún tiempo la derivada enésima perdió su periodicidad. Posteriores análisis
algebraicos demostraron que su variable había quedado incrementada y su matriz era
distinta de cero.
Ella le confeso a el, saliéndole los colores:
- Voy a ser primitiva de otra función.
El respondió:
- Podríamos eliminar el parámetro elevando al cuadrado y restando.
- Eso es que ya no me quieres!
- No seas irracional, claro que te quiero. Nuestras ecuaciones formaran una superficie
cerrada, confía en mi.
La boda se preparo en un tiempo diferencial de t, para no dar que hablar en el circulo
de los 9 puntos.
Los padrinos fueron el padre de la novia, un polinomio lineal de exponente entero, y la
madre del novio, una asiroide de noble asíntota.
La novia lucia coordenadas cilíndricas de Satung y velo de puntos imaginarios.
Oficio la ceremonia Cayley, auxiliado por Pascal y el nuncio S.S. monseñor Ricatti.
Hoy día el arcotangente tiene un buen puesto en una fabrica de series de Fourier, y ella
cuida en casa de 5 lindos términos de menor grado, producto cartesiano de su amor.
Por cortesía de Plug-ji
