Para ventilar mis demonios y que no se queden dentro enmoheciéndose y oxidándose.
Para que las lágrimas se vuelvan palabras y así duelan menos.
Para que la tristeza gris se convierta en imagen y adquiera color.
Para que los lamentos sean escuetos y pobres versos que me recuerdan que alguna vez tuve sueños.
Para despojar de su sábana a los fantasmas y que así dejen de asustarme.
Para que la melancolía pase de puntillas.
Para que la añoranza no se vuelva contra mí.
Para dibujar la gráfica de mis altibajos.
Para darle un pellizco a mi realidad.
Para acariciar mis alegrías, mis buenos momentos, mi ilusión por seguir adelante, los juegos y las risas de mis hijos.
Para recordar que me encanta reír, bromear, jugar…
Para que la fantasía no me abandone.
Srta. Marina.
Debería hecerse revisar esto.
Tanto olvido no será ya por culpa del maldito alemán que nos esconde las cosas,si, hija, el Alzheimer ese !!!
Espero que no
Suyo
Punto
Ninguna afirmación es del todo cierta, ni siquiera esta lo es
No se preocupe Sr. Punto, a ese alemán ya lo tengo amaestrado. Me hace la cama, me la deshace, prepara la comida, limpia los baños, plancha, saca a los niños de paseo y se marcha temprano a la oficina a trabajar…
Vamos como para vivir sin él…
Sírvase de facilitarnos un alemán de esos que le rodean en los campos de fútbol alemanes. Sol necesita uno con urgencia…. Pero uno alto, guapo y rubio... y que no se pierda ehhhh
yo sigo sin enterarme de nada
ni siquiera de como funciona esto, en fin como siempre digo sed malos/as es mas divertido, marina besotes grandes con txapela y todo