Fábulas
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Los tiempos difíciles
Un hombre vendía naranjas en medio de una carretera. Era analfabeto, de modo que nunca leía los diarios. Colocaba por el camino algunos carteles y pasaba el día pregonando el sabor de su mercancía..
Todos le compraban, y el hombre progresó. Con el dinero colocó más carteles y pasó a vender más frutas. El negocio progresaba rápidamente cuando su hijo, que era culto y había estudiado en una gran ciudad, lo fue a ver.
-Papá, ¿no sabes que el mundo está atravesando momentos difíciles? !La economía del país anda pésima!
Preocupado, el hombre redujo el número de carteles y pasó a revender mercadería de inferior calidad porque era más barata. Las ventas se derrumbaron inmediatamente.
"Mi hijo tiene razón", pensó él. "Los tiempos están muy difíciles"
Un hombre vendía naranjas en medio de una carretera. Era analfabeto, de modo que nunca leía los diarios. Colocaba por el camino algunos carteles y pasaba el día pregonando el sabor de su mercancía..
Todos le compraban, y el hombre progresó. Con el dinero colocó más carteles y pasó a vender más frutas. El negocio progresaba rápidamente cuando su hijo, que era culto y había estudiado en una gran ciudad, lo fue a ver.
-Papá, ¿no sabes que el mundo está atravesando momentos difíciles? !La economía del país anda pésima!
Preocupado, el hombre redujo el número de carteles y pasó a revender mercadería de inferior calidad porque era más barata. Las ventas se derrumbaron inmediatamente.
"Mi hijo tiene razón", pensó él. "Los tiempos están muy difíciles"
Las cosas buenas tardan en llegar... por eso yo siempre llego tarde.
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Destruyendo al prójimo
Malba Tahan ilustra los peligros de la palabra: una mujer tanto fue pregonando que su vecino era un ladrón, que el muchacho acabó preso. Días después, descubrieron que era inocente; lo soltaron y él procesó a la mujer.
-Hacer unos comentarios no es algo tan grave - dijo ella al juez.
-De acuerdo -respondió el magistrado- . Hoy, al regresar a su casa, escriba todo lo que habló mal sobre el joven, después pique el papel y vaya tirando los trocitos por el camino. Mañana vuelva para escuchar la sentencia.
La mujer obedeció y volvió al día siguiente.
-Está perdonada si me entrega los pedazos de papel que tiró ayer. En caso contrario, será condenada a un año de prisión- declaró el magistrado.
-Pero eso es imposible! ¡El viento ya ha dispersado todo!
-De la misma manera, un simple comentario puede ser esparcido por el viento, destruir el honor de un hombre y después es imposible arreglar el mal ya hecho.
Y envió a la mujer a la cárcel.
Malba Tahan ilustra los peligros de la palabra: una mujer tanto fue pregonando que su vecino era un ladrón, que el muchacho acabó preso. Días después, descubrieron que era inocente; lo soltaron y él procesó a la mujer.
-Hacer unos comentarios no es algo tan grave - dijo ella al juez.
-De acuerdo -respondió el magistrado- . Hoy, al regresar a su casa, escriba todo lo que habló mal sobre el joven, después pique el papel y vaya tirando los trocitos por el camino. Mañana vuelva para escuchar la sentencia.
La mujer obedeció y volvió al día siguiente.
-Está perdonada si me entrega los pedazos de papel que tiró ayer. En caso contrario, será condenada a un año de prisión- declaró el magistrado.
-Pero eso es imposible! ¡El viento ya ha dispersado todo!
-De la misma manera, un simple comentario puede ser esparcido por el viento, destruir el honor de un hombre y después es imposible arreglar el mal ya hecho.
Y envió a la mujer a la cárcel.
Las cosas buenas tardan en llegar... por eso yo siempre llego tarde.
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Había una vez un rey que ofreció un gran premio a aquel artista que pudiera captar en una pintura la paz perfecta...
Muchos artistas intentaron. El rey observó y admiró todas las pinturas, pero solamente hubieron dos que a él realmente le gustaron y tuvo que escoger entre ellas.
La primera era un lago muy tranquilo. Este lago era un espejo perfecto donde se reflejaban unas plácidas montañas que lo rodeaban. Sobre estas se encontraba un cielo muy azul con tenues nubes blancas.
Todos quienes miraron esta pintura pensaron que esta reflejaba la paz perfecta.
La segunda pintura también tenía montañas. Pero estas eran escabrosas y descubiertas. Sobre ellas había un cielo furioso del cual caía un impetuoso aguacero con rayos y truenos. Montaña abajo parecía retumbar un espumoso torrente de agua. Todo esto no se revelaba para nada pacífico.
Pero cuando el Rey observó cuidadosamente, vio tras la cascada, a un delicado arbusto creciendo en una grieta de la roca. En este arbusto se encontraba un nido. Allí, en medio del rugir de la violenta caída de agua, estaba sentado plácidamente un pajarito en el medio de su nido...
Paz perfecta...
¿Cuál crees que fue la pintura ganadora?
El Rey escogió la segunda.
¿Sabes por qué?
Porque," explicaba el Rey, "Paz no significa estar en un lugar sin ruidos, sin problemas, sin trabajo duro o sin dolor. Paz significa que a pesar de estar en medio de todas estas cosas permanezcamos calmados dentro de nuestro corazón. Este es el verdadero significado de la paz."
Muchos artistas intentaron. El rey observó y admiró todas las pinturas, pero solamente hubieron dos que a él realmente le gustaron y tuvo que escoger entre ellas.
La primera era un lago muy tranquilo. Este lago era un espejo perfecto donde se reflejaban unas plácidas montañas que lo rodeaban. Sobre estas se encontraba un cielo muy azul con tenues nubes blancas.
Todos quienes miraron esta pintura pensaron que esta reflejaba la paz perfecta.
La segunda pintura también tenía montañas. Pero estas eran escabrosas y descubiertas. Sobre ellas había un cielo furioso del cual caía un impetuoso aguacero con rayos y truenos. Montaña abajo parecía retumbar un espumoso torrente de agua. Todo esto no se revelaba para nada pacífico.
Pero cuando el Rey observó cuidadosamente, vio tras la cascada, a un delicado arbusto creciendo en una grieta de la roca. En este arbusto se encontraba un nido. Allí, en medio del rugir de la violenta caída de agua, estaba sentado plácidamente un pajarito en el medio de su nido...
Paz perfecta...
¿Cuál crees que fue la pintura ganadora?
El Rey escogió la segunda.
¿Sabes por qué?
Porque," explicaba el Rey, "Paz no significa estar en un lugar sin ruidos, sin problemas, sin trabajo duro o sin dolor. Paz significa que a pesar de estar en medio de todas estas cosas permanezcamos calmados dentro de nuestro corazón. Este es el verdadero significado de la paz."
Un día sin una sonrisa es un día perdido<br />
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<img src='http://img197.imageshack.us/img197/5246/carnavalj.gif'>
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<img src='http://img197.imageshack.us/img197/5246/carnavalj.gif'>
- NURIA1
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Cuentan que érase una vez, hace mucho tiempo, que existió una isla donde habitaban todos los sentimientos que atañen a las personas.
Un día, se les fue avisando a los moradores de la misma que su isla se iba a hundir. Todos los sentimientos se apresuraron a salir de la isla en sus barcos y se prepararon para partir, pero el Amor se quedó, quería quedarse mas tiempo, un rato más con su isla que tanto había querido y amado, antes de que se hundiese.
Cuando por fin, estaba ya apunto de ahogarse, el Amor comenzó a pedir ayuda. En eso que venía la Riqueza y el Amor le dijo:
- Riqueza, llévame contigo.
- No puedo, hay mucho oro y plata en mi nave y no tengo espacio para ti.- Espetó la Riqueza.
Le pidió ayuda a la Vanidad que también venía pasando:
- Vanidad, por favor, ayudadme.
- No te puedo ayudar, estás mojado y vas a arruinar mi perfecto bote. - Contestó la Vanidad.
Entonces, el Amor le pidió ayuda a la Tristeza:
- ¿ Me dejas ir contigo ?
- Hay cariño, estoy tan triste por separarme de mi isla que prefiero ir sola. - Respondió la Tristeza.
También pasó la Alegría, pero estaba tan contenta y risueña que ni tan siquiera oyó al Amor gritar en su ayuda.
Desesperado, el Amor comenzó a llorar cuando una voz la llamó:
- Ven Amor, ven, yo te llevo, ven conmigo.
Era un viejecito, pero el Amor estaba tan feliz que se le olvidó preguntar su nombre y al llegar a tierra firme, se encontró ésta con la Sabiduría y le preguntó por el nombre de ese viejecito. La Sabiduría respondió de manera tranquila:
- Es el Tiempo.
- ¿El Tiempo?, ¿ Y Por qué solo el Tiempo me ha querido ayudar ? - Preguntó el Amor.
- Porque solo el Tiempo es capaz de ayudar y entender a un gran Amor
Un día, se les fue avisando a los moradores de la misma que su isla se iba a hundir. Todos los sentimientos se apresuraron a salir de la isla en sus barcos y se prepararon para partir, pero el Amor se quedó, quería quedarse mas tiempo, un rato más con su isla que tanto había querido y amado, antes de que se hundiese.
Cuando por fin, estaba ya apunto de ahogarse, el Amor comenzó a pedir ayuda. En eso que venía la Riqueza y el Amor le dijo:
- Riqueza, llévame contigo.
- No puedo, hay mucho oro y plata en mi nave y no tengo espacio para ti.- Espetó la Riqueza.
Le pidió ayuda a la Vanidad que también venía pasando:
- Vanidad, por favor, ayudadme.
- No te puedo ayudar, estás mojado y vas a arruinar mi perfecto bote. - Contestó la Vanidad.
Entonces, el Amor le pidió ayuda a la Tristeza:
- ¿ Me dejas ir contigo ?
- Hay cariño, estoy tan triste por separarme de mi isla que prefiero ir sola. - Respondió la Tristeza.
También pasó la Alegría, pero estaba tan contenta y risueña que ni tan siquiera oyó al Amor gritar en su ayuda.
Desesperado, el Amor comenzó a llorar cuando una voz la llamó:
- Ven Amor, ven, yo te llevo, ven conmigo.
Era un viejecito, pero el Amor estaba tan feliz que se le olvidó preguntar su nombre y al llegar a tierra firme, se encontró ésta con la Sabiduría y le preguntó por el nombre de ese viejecito. La Sabiduría respondió de manera tranquila:
- Es el Tiempo.
- ¿El Tiempo?, ¿ Y Por qué solo el Tiempo me ha querido ayudar ? - Preguntó el Amor.
- Porque solo el Tiempo es capaz de ayudar y entender a un gran Amor
No soy perfecta, pero soy única
- NURIA1
- Doctorado
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- Ubicación: la millor terreta del mon
El león enamorado de la hija del labrador
Se había enamorado un león de la hija de un labrador y la pidió en matrimonio.
Y no podía el labrador decidirse a dar su hija a tan feroz animal, ni negársela por el temor que le inspiraba. Entonces ideó lo siguiente: como el león no dejaba de insistirle, le dijo que le parecía digno para ser esposo de su hija, pero que al menos debería cumplir con la siguiente condición:
que se arrancara los dientes y se cortara sus uñas, porque eso era lo que atemorizaba a su hija.
El león aceptó los sacrificios porque en verdad la amaba.
Una vez que el león cumplió lo solicitado, cuando volvió a presentarse ya sin sus poderes, el labrador lleno de desprecio por él, lo despidió sin piedad a golpes
Nunca te fíes demasiado como para despojarte de tus propias defensas, pues fácilmente serás vencido por los que antes te respetaban
Se había enamorado un león de la hija de un labrador y la pidió en matrimonio.
Y no podía el labrador decidirse a dar su hija a tan feroz animal, ni negársela por el temor que le inspiraba. Entonces ideó lo siguiente: como el león no dejaba de insistirle, le dijo que le parecía digno para ser esposo de su hija, pero que al menos debería cumplir con la siguiente condición:
que se arrancara los dientes y se cortara sus uñas, porque eso era lo que atemorizaba a su hija.
El león aceptó los sacrificios porque en verdad la amaba.
Una vez que el león cumplió lo solicitado, cuando volvió a presentarse ya sin sus poderes, el labrador lleno de desprecio por él, lo despidió sin piedad a golpes
Nunca te fíes demasiado como para despojarte de tus propias defensas, pues fácilmente serás vencido por los que antes te respetaban
No soy perfecta, pero soy única
- Ayla
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Re: Fábulas
El lirio y la hormiguita
Había una vez una hormiguita. Ésta, como toda buena hormiga, era trabajadora y servicial. Se pasaba el tiempo cargando hojitas de un lado a otro. No paraba ni de día, ni de noche, casi sin tiempo para descansar. Y así transcurría su vida, trabajando y trabajando. Un día fue a buscar comida a un estanque que estaba un poco lejos y para su sorpresa al llegar al estanque vio cómo un pimpollo de lirio se abría y de él surgía una hermosa y delicada flor. Se acercó y le dijo: Hola, ¿Sabes que eres muy hermoso? ¿Qué eres?
-Soy un lirio contestó. Y tú, ¿Sabes que eres muy simpática? ¿Qué eres?
-Soy una hormiga.
Y así la hormiguita y el lirio siguieron conversando todo el día y se hicieron grandes amigos. Al anochecer la hormiguita se despidió para regresar a su casa, no sin antes prometerle al lirio que volvería al día siguiente. Mientras iba caminando, la hormiga descubrió que admiraba a su nuevo amigo, se dijo: Mañana le diré que me encanta y que lo quiero con todo mi corazón.
Al mismo tiempo el lirio pensaba: Me gusta la amistad de la hormiga, mañana cuando venga le diré lo que siento por ella.
Pero al día siguiente la hormiguita se dio cuenta de que no había trabajado nada el día anterior. Así que decidió quedarse a trabajar: Mañana iré con el lirio; hoy no puedo, estoy demasiado ocupada, mañana iré y le diré cuanto lo extraño. Al día siguiente amaneció lloviendo, y la hormiga no pudo salir de su casa y se dijo: Qué pena hoy tampoco veré al lirio. Bueno no importa mañana le diré todo lo especial que es para mí.
Y al tercer día la hormiguita se despertó muy temprano y se fue al estanque, pero al llegar encontró al lirio en el suelo, la lluvia y el viento habían destruido su tallo y su flor estaba marchita, sin vida. Entonces la hormiga pensó: Eso ha ocurrido porque no aproveché el tiempo, porque no hice lo que pensé a su debido tiempo. Por eso mi amigo se fue sin saber todo lo que lo quería, en verdad me siento triste ya que he perdido una gran amistad.
Y así fue como ambos nunca supieron lo importante que eran, el uno para el otro.
“Esta fábula nos enseña que no hay que esperar a mañana para decirle a tus seres queridos que lo amas o lo importantes que son en tu vida”
Había una vez una hormiguita. Ésta, como toda buena hormiga, era trabajadora y servicial. Se pasaba el tiempo cargando hojitas de un lado a otro. No paraba ni de día, ni de noche, casi sin tiempo para descansar. Y así transcurría su vida, trabajando y trabajando. Un día fue a buscar comida a un estanque que estaba un poco lejos y para su sorpresa al llegar al estanque vio cómo un pimpollo de lirio se abría y de él surgía una hermosa y delicada flor. Se acercó y le dijo: Hola, ¿Sabes que eres muy hermoso? ¿Qué eres?
-Soy un lirio contestó. Y tú, ¿Sabes que eres muy simpática? ¿Qué eres?
-Soy una hormiga.
Y así la hormiguita y el lirio siguieron conversando todo el día y se hicieron grandes amigos. Al anochecer la hormiguita se despidió para regresar a su casa, no sin antes prometerle al lirio que volvería al día siguiente. Mientras iba caminando, la hormiga descubrió que admiraba a su nuevo amigo, se dijo: Mañana le diré que me encanta y que lo quiero con todo mi corazón.
Al mismo tiempo el lirio pensaba: Me gusta la amistad de la hormiga, mañana cuando venga le diré lo que siento por ella.
Pero al día siguiente la hormiguita se dio cuenta de que no había trabajado nada el día anterior. Así que decidió quedarse a trabajar: Mañana iré con el lirio; hoy no puedo, estoy demasiado ocupada, mañana iré y le diré cuanto lo extraño. Al día siguiente amaneció lloviendo, y la hormiga no pudo salir de su casa y se dijo: Qué pena hoy tampoco veré al lirio. Bueno no importa mañana le diré todo lo especial que es para mí.
Y al tercer día la hormiguita se despertó muy temprano y se fue al estanque, pero al llegar encontró al lirio en el suelo, la lluvia y el viento habían destruido su tallo y su flor estaba marchita, sin vida. Entonces la hormiga pensó: Eso ha ocurrido porque no aproveché el tiempo, porque no hice lo que pensé a su debido tiempo. Por eso mi amigo se fue sin saber todo lo que lo quería, en verdad me siento triste ya que he perdido una gran amistad.
Y así fue como ambos nunca supieron lo importante que eran, el uno para el otro.
“Esta fábula nos enseña que no hay que esperar a mañana para decirle a tus seres queridos que lo amas o lo importantes que son en tu vida”
- Sol
- Sabio
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- Registrado: 20 Ene 2004 00:00
Re: Fábulas
Bonita fábula, y cierta.
Protegedme de la sabiduría que no llora, de la filosofía que no ríe y de la grandeza que no se inclina ante los niños.
- Coral
- Sabio
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- Registrado: 30 Oct 2009 01:02
Re: Fábulas
Tal cual, casi siempre lo damos por sobre entendido. sin pensar que mañana puede ser tarde...