Estaban un gallo y un asno en un pastizal cuando llegó un hambriento león. Y ya iba el león a tirarse encima del asno, cuando el gallo, cuyo cantar se dice que aterroriza a los leones, gritó fuertemente, haciendo salir corriendo al león tan rápido como pudo.
El asno al ver el impacto que un simple canto del gallo realizaba, se llenó de coraje para atacar al león, y corrió tras de él con ese propósito.
No había recorrido mayor distancia cuando el león se volvió, lo atrapó y lo seccionó en pedazos.
Ten siempre presente que las cualidades de tu prójimo no son necesariamente las tuyas.
Un avaro vendió todo lo que tenía de más y compró una pieza de oro, la cual enterró en la tierra a la orilla de una vieja pared y todos los días iba a mirar el sitio.
Uno de sus vecinos observó sus frecuentes visitas al lugar y decidió averiguar que pasaba. Pronto descubrió lo del tesoro escondido, y cavando, tomó la pieza de oro, robándosela.
El avaro, a su siguiente visita encontró el hueco vacío y jalándose sus cabellos se lamentaba amargamente.
Entonces otro vecino, enterándose del motivo de su queja, lo consoló diciéndole:
- Da gracias de que el asunto no es tan grave. Ve y trae una piedra y colócala en el hueco. Imagínate entonces que el oro aún está allí. Para ti será lo mismo que aquello sea o no sea oro, ya que de por sí no harías nunca ningún uso de él.
Valora las cosas por lo que sirven, no por lo que aparentan.
Esopo
Un pastor que cuidaba su rebaño en las costas, veía al mar muy calmado y suave, y planeaba con hacer un viaje de comercio.
Entonces vendió todo su rebaño y lo invirtió en un cargamento de dátiles, y se echó a la mar.
Pero vino una fuerte tempestad, y estando en peligro de hundirse la nave, tiro por la borda toda la mercancía
y escasamente escapó con vida en la barca vacía.
No mucho tiempo después cuando alguien pasaba y observaba la ordenada calma del mar, él le interrumpía y le decía:
-De nuevo está el mar deseando dátiles y por eso luce calmado.
Nunca generalices conclusiones basándote en un solo suceso.
-Señor, es fuerza que la sangre corra,
dijo al león solícita la zorra.
Sin cesar el estúpido jumento
de ti murmura con furor violento.
-¡Bah!, respondió la generosa fiera,
déjale que rebuzne cuanto quiera.
Pecho se necesita bien mezquino
para sentir injurias de pollino.
Le decía:
- "Me siento como si tuviera dos lobos peleando en mi corazón.
Uno de los dos es un lobo enojado, violento y vengador.
El otro está lleno de amor y compasión".
El nieto preguntó:
"Abuelo, dime, Cuál de los dos lobos ganará la pelea en tu corazón?"
El abuelo contestó:
- "Aquel que yo alimente" . . .
Una pobre viuda tenía una única oveja. Al tiempo de la trasquila, y deseando tomar su lana en forma económica,
la trasquiló ella misma, pero usaba la herramienta en tan mala forma que junto con la lana le cortaba también la carne.
La oveja acongojada y con dolor, le dijo:
-¿Por qué me maltratas así, ama?
¿En que te puede beneficiar el agregar mi sangre a la lana?
Si quieres mi carne, llama al carnicero quien me matará al instante sin sufrimiento,
pero si lo que deseas es mi lana, ahí está el esquilador, quien me esquilará sin herirme.
Antes de ejercer una actividad, prepárate y entrénate adecuadamente para ejecutarla bien.
Unas palomas, aterrorizadas por la presencia de un milano, llamaron al halcón para que las defendiera.
Inmediatamente él aceptó.
Cuando ya ellas lo habían admitido dentro de su palomar,
se dieron cuenta de que hacía muchos más estragos y matanzas en un día,
que lo que haría un milano en un año.
Evita los remedios que son peores que la enfermedad.
Un ciervo perseguido por la jauría y ciego por el terror del peligro en que se encontraba,
llegó a una granja y se escondió entre unas pajas en un cobertizo para bueyes.
Un buey amablemente le dijo:
-¡Oh, pobre criatura! ¿Por qué de esa forma, has decidido arruinarte, y venir a confiarte a la casa de tu enemigo?
Y replicó el ciervo:
-Permíteme amigo, quedarme donde estoy, y yo esperaré la mejor oportunidad para escapar.
Al final de la tarde llegó el arriero a alimentar el ganado, pero no vio al ciervo.
Y aún el administrador de la finca pasó con varios de sus empleados sin notar su presencia.
El ciervo congratulándose a sí mismo por su seguridad comenzó a agradecer a los bueyes su gentileza por la ayuda en los momentos de necesidad.
Uno de los bueyes de nuevo le advirtió:
-Realmente deseamos tu bienestar, pero el peligro no ha terminado.
Todavía falta otro hombre de revisar el establo, que pareciera que tiene cien ojos, y hasta tanto, no puedes estar seguro.
Al momento ingresó el dueño, y quejándose de que no habían alimentado bien a los bueyes fue al pajar y exclamó:
-¿Por qué falta paja aquí? Ni siquiera hay para que se echen.
-¡Y esos vagos ni siquiera limpiaron las telarañas!
Y mientras seguía examinando todo, vio sobresalir de entre la paja las puntas de una cornamenta.
Entonces llamando a sus empleados, ordenó la captura del ciervo y su posterior sacrificio.
Miraba un lobo a un cordero que bebía en un arroyo, e imaginó un simple pretexto a fin de devorarlo. Así, aún estando él más arriba en el curso del arroyo, le acusó de enturbiarle el agua, impidiéndole beber. Y le respondió el cordero:
-- Pero si sólo bebo con la punta de los labios, y además estoy más abajo y por eso no te puedo enturbiar el agua que tienes allá arriba.
Viéndose el lobo burlado, insistió:
-- El año pasado injuriaste a mis padres.
-- ¡ Pero en ese entonces ni siquiera había nacido yo ! --
contestó el cordero.
Dijo entonces el lobo:
-- Ya veo que te justificas muy bien, mas no por eso te dejaré ir, y siempre serás mi cena.
Para quien hacer el mal es su profesión, de nada valen argumentos para no hacerlo.
No te acerques nunca donde los malvados.
Resulta que un día, un toro cayó en un pantano de arenas movedizas. En ese momento pasaba una hormiguita y el toro le pidió auxilio.
La hormiguita subió a su flamante y recién estrenado AUDI A3 TDI 110 C.V., amarró una cuerda al rabo del toro y otra al chasis del coche y sacó al toro de las arenas movedizas. El toro le estuvo eternamente agradecido y prometió ayudar a la hormiguita en lo que le pasara...
Pasaron los meses, y un día, el toro pasó por el mismo sitio y vio a la hormiguita dentro y pidiendo auxilio, el toro alcanzó a la hormiguita con su rabo y la sacó de allá.
*MORALEJA*: Si tienes un buen rabo, no necesitas un A3 TDI.
LA FÁBULA DEL TORO Y LA MOSCA
Estaba un toro pastando en la dehesa y llegó una mosca cojonera de estas que empiezan a posarse dando el coñazo.
El caso es que se le posó al toro en el culete y éste la espantó con el rabo. La mosca echó a volar y se volvió a posar en el culete.
El toro volvió a sacudirle con el rabo, así que la mosca voló y se posó esta vez un poco más hacia delante, en el costado del toro. El toro hizo un esfuerzo y volvió a alcanzar a la mosca con el rabo. La mosca, que ya estaba "mosca" con el rabo se posó entonces en el hocico del toro, donde éste no podría llegar con el rabo... de repente el toro sacó la lengua y glup!!!, se papeó la mosca...
*MORALEJA*: Lo que no puedas terminar con el rabo, termínalo con la lengua...
FÁBULA DE LAS HORMIGAS
Esto son dos hormigas que van por el bosque y se encuentran un charco. Ante la imposibilidad de cruzarlo, esperan por si pasa un animal que pueda llevarlas al otro lado.
En esto que pasa un conejo que se ofrece cruzarlas. Una de las hormiguitas que era muy cursi le dice al conejo:
- "No, no vamos a cruzar contigo porque tienes el pelaje sucio y asqueroso y nos vamos a ensuciar!
Cuando el conejo se va, divisan un par de pajitas y deciden subirse en ellas, a modo de barca, para cruzar el charco. Cuando iban por la mitad del charco, un mal viento hizo que las pajitas se hundieran y las dos hormiguitas cayeron al agua.
* MORALEJA*: Más vale conejo sucio que dos pajas mal hechas.
FÁBULA DEL PAJARITO
Esto es un conejito que iba por el bosque y se pone a llover a cántaros.
Busca refugio y encuentra un árbol hueco, pero dentro había un pajarito.
Le dice: - "Pajarito, Pajarito! Déjame entrar en el árbol que me estoy mojando!".
A lo que responde el Pajarito: - "No te dejo, que no hay espacio para los dos".
Y el conejito vuelta a insistir: - "Venga Pajarito, que voy a pillar una pulmonía!
Y el Pajarito: - "Que te he dicho que no!. Llovía cada vez mas y el conejito estaba ya chorreando.
- "Venga Pajarito, que tengo mucho frío!", Insistió el conejito.
- "No te lo repito más, si digo que no es que no!", afirmó con rotundidad el Pajarito.
* MORALEJA*: Cuanto más duro se pone el pájaro, más se moja el conejo.
OTRA FÁBULA DE PAJARITO
Un pastor iba por el campo en un día de invierno con mucho frío cuando se encontró a un pajarito a punto de morir congelado. El pastor se apiadó del pajarito y lo introdujo dentro de un montón de mierda de una de sus vacas para que entrara en calor y se marchó.
Cuando el pajarito empezó a sentirse mejor se puso a cantar: "Pío... píooo, píiiio...", qué contento piaba el pajarito.
¡Qué contento piaba el pajarito!.
Un águila feroz lo escuchó desde las alturas, y en un vertiginoso descenso lo alcanzó con sus poderosas garras y lo engulló con su enorme pico sin que el pobre pajarito pudiera ni siquiera reaccionar.
* MORALEJA*: No todo el que te cubre de mierda te quiere mal; no todo el que te saca de la mieda quiere tu bien, y aunque estés con la mierda al cuello, es mejor no decir ni pío.
Regresaba un cazador con sus perros y su producto,
cuando topó con un pescador que también regresaba de su pesca,
ambos con sus cestas llenas.
Deseó el cazador tener los peces, y el dueño de los peces, las carnes.
Pronto convinieron en intercambiarse las cestas.
Los dos quedaron tan complacidos de su trato que durante mucho tiempo lo siguieron haciendo día a día.
Finalmente un vecino les aconsejó:
-Si siguen así, llegará el momento en por tan frecuente intercambio,
arruinarán el placer de ello, y cada uno deseará quedarse solamente con lo que obtuvo.
Varía y alterna tus actividades para disfrutar mejor.
Tenía un hombre una esposa siempre malhumorada con todas las gentes de su casa. Queriendo saber si sería de igual humor con los criados de su padre, la envió a casa de éste con un pretexto cualquiera.
De regreso después de unos días, le preguntó el marido cómo la habían tratado los criados en casa de su padre, y ella respondió:
-Los pastores y los boyeros sólo me miraban de reojo.
-Pues si tan mal te miraban, los que salen con los rebaños al despuntar el día y no vuelven hasta el empezar la noche, ¿cómo te mirarían todos aquellos con quienes pasabas el día entero?
Pequeños signos nos señalan grandes cosas, y débiles luces nos muestran secretos ocultos
" Nadie es perfecto". Con faldas y a lo loco. Billy Wilder.<br />
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<B>"Qui cum infantis pernocta, excrementato alborea".Sófocles.</B>