Temita tiene la leche. La leche sale de la vaca, también la hay de oveja, cabra, camella, etc. Algunos tienen mala leche, pero esa si sé de dónde sale.
La leche, la hay entera, desnatada, semidesnatada, con soja, con bífidus, con melisa y valeriana, vamos que hay leche para todos los gustos.
El color de la leche, no siempre es blanco, no. La tenemos chocolateada, vainillada, rosita y marroncito, según el gusto del cafetero que la tome.
Con la leche se hacen yogures, pettisuisse, cuajadas, natillas, flanes… unos postres riquísimos. También la transforman en nata, montada o líquida, está última para cocinar viene estupenda, da buen sabor a la carne y la ablanda.
Leche llamamos a más cosas que no se pueden tomar, y no tienen nada que ver con el líquido elemento, por ejemplo: La leche que te das con la puerta de la cocina, la leche que te dan cuando te has portado mal, la leche que te pegas cuando las cosas te salen mal, la leche que te entra cuando ni tu amor te quiere, ni el jefe te hace caso, ni la amiga te deja ese abrigo tan chulo que la muy cerda se ha comprado y no deja de lucirlo delante de ti, ni cuando el hombre de tu vida se va con la primera que le enseña la goma de la braga, la leche… joder se me está agriando la mía, mejor lo dejo aquí.
Y después de este desvarío, os preguntareis, ¿a qué viene este tema sobre la leche? Pues muy sencillo; hoy quería tomarme mi acostumbrado café con leche y sin prevenirlo ni acordarme de ella, no tenía leche en ¡casa! Y ahora comprendo de dónde sale la frasecita de: “me está entrando una mala leche”.
Sastre he vuelto, espero que con esto se olviden algunos temas, se reabran los que siempre nos han hecho reír, nos vayamos todos de crucero (o a tomar por culo, según sea la decisión de cada uno), sigamos celebrando alguna ciberboda más, miremos a las estrellas, felicitemos a los vecinos y amigos, resolvamos los retos que nos propongamos y sobre todo, guardemos las formas, demostremos tolerancia y educación.
Y sin desear nada más… seamos personas y demostremos que “todo error tiene su perdón y perdonar alivia el corazón de quien lo da, cómo el que lo recibe”
