Aragonés escribió:El Maestro Golpeador escribió:
Usted es un hombre de mundo y de mucha calle y debería saber que los índices de delincuencia se disparan en determinados colectivos de inmigrantes.
Si hablamos de menores de edad magrebies estamos hablando de índices superiores al 75 % .
Técnicamente estamos importando la peor gentuza del tercer mundo.
Aquí estamos dejando pasar a todo el mundo sin hacer preguntas y eso no es una política migratoria responsable.
Y no se trata de ser racista y afirmar inopinadamente que moros y negros son inferiores ni otras chuminadas. Es saber a que han venido y qué intenciones tienen. Si sus expectativas de trabajar en España y contribuir son escasas o su aptitud de adaptarse a nuestra cultura es nimia, se les devuelve a su país en avión sin remilgo alguno.
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No creo que estemos hablando de índices superiores al 75% pero sí, soy consciente que los índices de delincuencia se disparan respecto de la media en ese caso en concreto. Como se disparaban entre los gitanos cuando yo era zagal y como se disparan si se mira a grupos como jóvenes con familias desestructuradas o jóvenes marginados socioeconomicamente que no van a clase y que en un alto porcentaje consumen drogas. Que es en donde entran, son jóvenes que no tienen a sus padres que están claramente marginados socioeconómicamente y que generalmente no van a clases y esa combinación es una bomba de relojería, seas moro o cristiano.
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Claro, pero estamos hablando de nuestras miserias. Eran nuestros jichos, y era responsabilidad del estado hacer un esfuerzo en integrarlos socialmente pero , parafraseando a ZSanchez , nuestra responsabilidad no va más allá de nuestras fronteras .
Si son unos quinquis se les envía de vuelta a sus países de origen y no hay más que hablar.
Lo que no podemos es acoger a toda la humanidad.
No tengo soluciones respecto a que políticas de inmigración son las más adecuadas, doctores tiene la iglesia, pero es imposible parar la inmigración mientras los países de donde vienen están en las condiciones que se encuentran. Y no, no se puede devolver según quien a según que país. Hay que tener remilgos a la hora de hundir vidas.
No se trata de hundir a nadie.
Por favor, examinemos el asunto con un poco de cordura.
Saltan la valla y llegan a nuestro país. Un país con cinco millones de parados. No saben nuestro idioma, no tienen preparación profesional , no conocen nuestro idioma, ignoran nuestras costumbres y, lo que es peor, tienen la intención de conservar las suyas.
No encajan aquí, Aragones.
Hemos hecho por ellos lo que hemos podido. Han llegado, les hemos procurado atención sanitaria, alojamiento y comida. Lo más humanitario que podemos hacer por ellos es ponerles en un avión y enviarles de vuelta a sus países.
Sus familias se alegrarán de volver a verles.
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