He desarrollado esa visión de los Infiernos, que es muy novedosa, para mí, ya que, en mis mocedades, ansiaba el cielo en la tierra. Y una tierra prometida, que manara leche y miel. Entonces, dos décadas me ha llevado el darme cuenta de que toda estructura necesita una base fuerte. Y los cimientos de mi Reino de los Cielos, son de sufrimiento, y de templanza o castidad, o integridad.
Entonces, ahora sí entiendo lo que es hacer algo, bien hecho. ¿ Qué es algo, bien hecho ? Es un poco retorcido. O sea, ducharme, por ejemplo... Muchas veces, no me apetece. ¿ Por qué debo ducharme ? Para sentirme mejor. Cosas tan sencillas como ésa, que son parecidas a las tareas domésticas, me sabían mal. Y yo abogaba por un " cielo " en el que el trabajo era demencial, o una locura sin precedentes.

Yo he sido, por consiguiente, un ignorante.
Pero ahora, por fin, concibo esa creatividad.
La creatividad, acompañada de lo exhaustivo y de lo retorcido.
¿ Por qué ?
Bueno, porque es como anudarse los cordones de las zapatillas. Retorcimientos que ayudan a que las cosas marchen bien.