Mensajepor Umbroman » 05 Ene 2015 21:19
Hay muchas opciones:
Programación Neuro-Lingüística.
Patrimonio Navideño-Linajudo.
Proposiciones No-Lóbregas.
Permiso Navegante-Luminoso.
La primera se refiere a la comunicación verbal y no verbal, y a cómo una imagen vale más que mil palabras, porque si lo que vas a decir no es más bonito que el silencio, entonces, cállate. Por una mirada, un mundo... Por una sonrisa, un cielo. Por un beso, ¡ Yo no sé qué te diera, por un beso ! Y es que la vida se domina sonriendo, o no se domina.
Lo segundo es un desarrollo de lo primero, por cuanto a que Navidad es el manejo de la Vanidad, en pro de que las cosas funcionen, y a favor de unas metas y de unos propósitos concretos, y benignos. Las cosas funcionan, pero no siempre están dispuestas a hacer favores. Por ello, la Vanidad es omnipresente. Para sacar partido a la realidad de la existencia y de la circunstancia, uno debe inventar algo nuevo.
Lo tercero es que, en base a esa gesta o hazaña, del inventor, uno puede ofrecer divertimento que no es hortera o empachoso o calamitoso. Un divertimento con categoría.
Y por último, el permiso para salir a la calle, a dar una vuelta. Porque no las tienes todas, contigo, pero sabes mirar, y guardar silencio, y desplazarte.