Mensajepor Burladero » 23 Nov 2014 15:09
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Siempre oí en la escuela, que fue Colón y sus amigotes, en su mayoría andaluces, como sé sabe ya estarían en el paro, y decidieron salir a darse un garbeo por los mares de Dios, llegaron a donde las chicas iban con escasa ropa y proclives al apareamiento sin decir nada al párroco, y ni aguantar a la suegra. Como les pareció cojonudo lo mucho que follaban, y como buenos españoles vinieron a todo correr para contarlo a los amigos. En caso contrario no sirve el esfuerzo para nada. Me explico, independiente de todos que fueron y no volvieron, estos llegaron y regresaron para contarlo. Que es de agradecer.
Hay otra versión sobre los vascos, más concretamente del Bocho, que llegaron en una de sus habituales bilbainadas, con dos cojones. De estos no sé, acostumbrados al poteo y los buenos filetes, quizás no regresaron. Los buenos vascos son de pocas palabras, y tampoco son mucho de follar y ligar. Mi opinión es que se quedaron y empezaron a mover las piedras para aquí y para allí. Amontonándolas a lo bruto, y para eso no necesitan ni ruedas, ni hostias. ¡Cagüen la hostia, José Marí!
Ahora me mola la teoría catalana. Fueron ellos, así porque sí. Y encima gratis, ni tan siquiera pidieron pelas a los Católicos, ni Montserrat que la fundó. Ahí radica la gesta, lo hicieron gratis. Pero se desanimaron pronto, y se fueron cada uno por cada lado. Dieron lugar a los indios, muchos desperdigados, antipáticos, cabreados y cada uno mirando por sus intereses. Las primeras viguerías americanas, unos los comanches, los apaches, los sioux, aparajoes esos, mohicanos y otros muchos.
Esto, palabrita de niño Jesús, me lo contó uno de ERC, después de darle un duro. Eso sí, de plata.
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